Morena
Nombre científico:
Muraena Helena
Nombre común:
Morena
Descripción:
Es un pez con el cuerpo alargado con aspecto de serpiente, tiene una boca grande con una dentadura afilada. No tiene aletas, pero sí que tiene una cresta. Tiene colores marrones con manchas amarillas y negras bastante irregulares, puede llegar a medir 1 metro de longitud.
Localización:
Pueden vivir cerca de la costa en cuevas y cavidades rocosas, hasta los 100metros.
Otros Datos:
Come peces, crustáceos y cefalópodos, es un depredador.
Comportamiento:
Desarrolla su mayor parte de actividad depredadora por las noches, son solitarias y muy territoriales, tienen una gran agresividad.
Talla mínima pesca:
N/C
Muraena helena (Linnaeus, 1758)
Sinonimia: M. australiae (Richardson, 1848).
Nombre común: morena mediterránea.
Nombre en catalán: morena, morena vera, moret.
Nombre en inglés: Mediterranean moray, Roman “eel”.
Descripción
Presenta un cuerpo alargado y comprimido lateralmente similar al de una serpiente, lo que constituye una adaptación a su tipo de hábitat.
A consecuencia de ello, carece de aletas pectorales y ventrales y su aleta dorsal evolucionó hacia una cresta cutánea que recubre todo su cuerpo, empezando por la parte posterior de la cabeza.
Sus ojos son pequeños, mientras que su boca es de grandes dimensiones y dentro presenta una hilera de dientes muy afilados.
Todo su cuerpo es de color marrón con manchas amarillas y negras cuya composición varía de individuo a individuo, dicha coloración es más patente contra más próximo a la madurez se encuentra el individuo.
Todo el cuerpo se encuentra recubierto de moco que la protege frente a agresiones, ya que carecen de escamas.
Tamaño y peso
Puede alcanzar una longitud de metro y medio de largo y llegar a pesar 15 kg.
Posibles confusiones
Su coloración tan característica la hace imposible de confundir con las otras dos especies de morenas que habitan en el Mediterráneo, ya que la primera (Enchelycore anatina) es de color anaranjado, mientras que la segunda: el murión (Gymnothorax unicolor) es de color pardo.
Biología
Son animales agresivos y muy territoriales, no dudan en atacar al verse amenazados, por este motivo, lo más frecuente es observar ejemplares aislados; sin embargo, se ha observado que pueden vivir en pequeños grupos si los refugios son escasos, e incluso asociarse con congrios (Conger conger).
Se las puede observar en las rocas abriendo y cerrando la boca, mecanismo utilizado para bombear agua hacia sus branquias.
Son de hábitos nocturnos, lo que explica que sus ojos sean tan rudimentarios, en cambio, su sentido del olfato está sensiblemente muy desarrollado, siendo el que utiliza primordialmente para localizar presas o enemigos.
Sus presas constituyen principalmente peces, crustáceos y cefalópodos, a los que atrapa con sus poderosos dientes mediante emboscada. Así mismo, forman una simbiosis mutualista con gambas de la especie Lysmata seticaudata, que se encargan de limpiar los restos de comida del animal.
No se sabe mucho acerca de su reproducción, aunque sí se conoce que el periodo reproductivo tiene lugar durante el invierno y que la hembra puede llegar a depositar hasta sesenta mil huevos.
Está catalogada por la IUCN como especie de preocupación menor (LC).
Carácter agresivo
Muchos buceadores les tienen respeto, pues se ha observado que no dudan en atacarlos si se acercan a su territorio.
Cuando son molestadas, pueden herir mediante sus afilados dientes, una técnica similar a la que utilizan para cazar, sujetando a su víctima para ingerirla, o bien, para causarle el mayor daño posible.
La mordedura puede ser peligrosa debido a que, por su alimentación, su boca contiene un número importante de bacterias que pueden causar severas infecciones en caso de mordedura.
Así mismo, se ha observado que su saliva presenta propiedades hemolíticas, lo que le es de ayuda a la hora de cazar, fundamentalmente.
Hábitat y distribución
Vive en fondos rocosos situados entre los cinco y los ochenta metros de profundidad, en los que se esconde entre las oquedades acechando a sus presas.
Se distribuye por las costas del Atlántico oriental de las Islas Británicas hasta Senegal, las aguas de las Islas Canarias y Azores y, por supuesto, el Mar Mediterráneo.
Pesca
La forma más efectiva de capturar morenas es mediante arpón, realizando capturas directas desde las oquedades donde viven. Sin embargo, también pueden ser capturadas mediante caña en la modalidad de rockfishing (pesca mediante señuelo artificial) o mediante surfcasting (pesca desde la costa), utilizando como cebo en éste último caso sardinas.
Se pescan desde principios del otoño hasta finales del invierno, siempre en horario nocturno, pues es cuando esta especie se encuentra activa.
Aunque no son apreciadas en pesca comercial, se tienen registros de que sí lo fueron en la época romana, siendo incluso criadas en piscifactorías para su comercialización.
En las Islas Baleares (2015) está fijada su talla mínima de captura en 95 cm.
Valor culinario
En la época romana eran muy apreciadas como alimento, suscitando el dicho de “estar condenado a las morenas” en referencia a la creencia (hoy en día desacreditada) de que eran frecuentemente alimentadas con esclavos condenados a muerte por la creencia de que el sabor de su carne mejoraba al ser alimentado con carne humana.
Así mismo, se creía que su carne cruda podía ser tóxica debido a la acumulación de toxinas provenientes de sus presas, por lo que era crucial su hervido previo al consumo.
Actualmente, si bien su carne ya no goza de la reputación de antaño, siguen siendo consumidas en algunas partes del mundo, como por ejemplo, en las Islas Canarias.
Se suele cocinar en adobo debido a las características de su carne.